5 conceptos para entender la computación en la nube

23 Mayo 2022

Además de convertirse en una fuerza impulsora del cambio en el mundo de la tecnología de la información, la nube puede ayudar a manejar las presiones que enfrentan las empresas y las organizaciones de TI para reducir costos, atender rápidamente las solicitudes del mercado y garantizar la seguridad de los datos.

Entre sus ventajas se cuentan la mayor flexibilidad, eficiencia, agilidad y nuevas oportunidades para innovar, coinciden diversos análisis. De hecho, durante la pandemia la computación en la nube ‘explotó’ a medida que el teletrabajo se afianzó en las empresas y estas enfrentaron presiones para controlar sus costos y aumentar la eficiencia.

La computación en la nube ya ha generado grandes oleadas en la industria de la tecnología, señala un análisis de la Unidad de Inteligencia de The Economist. Detrás de esta fuerza se encuentran la llamada ‘consumerización’ de la tecnología y la creciente popularidad de servicios en la nube para el consumidor, como iCloud, Google Drive y Dropbox, que han cambiado la forma en que las personas piensan sobre el contenido digital y cómo usarlo.

Hoy, no es exagerado afirmar que los departamentos de TI no tienen el control de la tecnología. Por un lado, los dispositivos móviles inteligentes están impregnando las vidas de todos y se están filtrando en el lugar de trabajo, advierte el análisis citado. Por el otro, la ubicuidad de los servicios prestados a través de Internet significa que la necesidad de que los departamentos de TI alojen sus propios sistemas personalizados está disminuyendo.

Por ello, firmas como Gartner prevén que el gasto global en la nube supere los 482.000 millones de dólares este año, por estar estrechamente vinculada a otros desarrollos tecnológicos como redes móviles 5G, Internet de las cosas e inteligencia artificial. Según el portal especializado en finanzas The Motley Fool, para fines de la década algunas estimaciones sitúan el gasto global anual total en la nube en 1 billón de dólares.

Pero, ¿qué cosas debemos tener en cuenta o entender al hablar de la computación en la nube? Presentamos 5 conceptos que debemos entender al hablar del tema.

1. Latencia

No es otra cosa que el tiempo que le toma a un servicio basado en la nube responder a la solicitud de un cliente. Una investigación de Google citada por Wired descubrió que 20 milisegundos de demora en la red pueden resultar en una disminución del 15% en el tiempo de carga de la página. Otros estudios de Amazon y el gigante de las búsquedas encontraron que un retraso de medio segundo causa una caída del 20% en el tráfico en Google, y un retraso de una décima de segundo puede reducir las ventas de Amazon en un 1%. Es decir, la latencia no solo es una molestia, sino también un problema grave para las empresas que alojan sus aplicaciones en la nube.

Para enfrentar estos problemas, los proveedores de conectividad ahora brindan acuerdos de nivel de servicio, que describen un nivel mínimo de servicio y un rendimiento de red garantizado. Los proveedores de servicios, ya sean de telecomunicaciones o en la nube, trabajan para mantener los mínimos establecidos, concluye Wired.

2. Capacidad de almacenamiento

Un análisis de Amazon Web Services (AWS) sostiene que se trata de un modelo de informática en la nube que almacena datos en Internet a través de un proveedor que lo administra y opera como un servicio. En otras palabras, se ofrece bajo demanda con capacidad y costos accesibles, y elimina la necesidad de tener que comprar y administrar su propia infraestructura de almacenamiento de datos. Esto le otorga agilidad, escala global y durabilidad con acceso a los datos en cualquier momento y lugar.

En términos generales, se compra a un proveedor externo que posee y opera capacidad de almacenamiento de datos y la distribuye a través de Internet con un modelo de pago por uso. Estos proveedores administran la capacidad, la seguridad y la durabilidad para lograr que las aplicaciones tengan acceso a los datos.

3. Flexibilidad

Un estudio de la multinacional alemana SAP enfatiza que las principales ventajas de la nube son la reducción de costos en el manejo de los datos y su flexibilidad. “Cuando la información está disponible en la nube, los empleados pueden trabajar en cualquier lugar y acceder a los datos desde todo dispositivo, siempre y cuando cuenten con una conexión a Internet. Las soluciones de cloud computing también aportan agilidad a las compañías, ya que son de rápida implementación”.

Además, la nube puede alojar grandes recursos informáticos, ya que los servicios son escalables y crecen al ritmo del negocio. Por eso, dice el mismo estudio, es la opción adecuada para las empresas que valoran la flexibilidad y apuestan al futuro.

“Migrar a la nube les permite a las empresas responder a las necesidades y oportunidades del mercado de inmediato, sin un largo proceso de adquisición, problemas de licencias o aumentar el personal del centro de datos para adaptarse a un aumento repentino”, afirma un reporte de AWS.

4. Disponibilidad

Es definida como el porcentaje de tiempo que se puede acceder a un sistema o servicio. Este porcentaje determina el tiempo de interrupción total aceptable para cualquier período determinado. Para garantizar una mayor estabilidad y disponibilidad, los proveedores de servicios en la nube aíslan sus operaciones por regiones, es decir, los recursos se pueden colocar en varias ubicaciones para reducir la latencia y mejorar el rendimiento, según AWS.

Y aunque las fallas pueden ocurrir, la ventaja de contar con un proveedor confiable es que no alojará toda su información en una sola ubicación, sino que optará por replicar los datos en diferentes zonas de disponibilidad para garantizar una recuperación rápida en caso de desastre.

5. Modelos de servicio para la nube.

Hablemos de los más conocidos. SaaS, o software como servicio, es un modelo en el que el software está alojado en la nube, es decir, para accederlo y utilizarlo necesita suscribirse y conectarse a Internet. PaaS, o plataforma como servicio, es una plataforma de desarrollo que permite a las empresas crear aplicaciones personalizadas como complementos de sus servicios originales, e incluye servidores, espacio de almacenamiento y redes, así como herramientas de desarrollo, de inteligencia empresarial y sistemas de gestión de bases de datos, entre otros recursos.

Así mismo tenemos Infraestructura como servicio (IaaS) que, además de reducir los gastos en consumo de energía, capacitación, gestión y soporte, aumenta la eficiencia y reduce la complejidad y surge como una alternativa capaz de eliminar los gastos de capital (capex) y trasladarlos a gastos de operación (opex).