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Computación en la Nube: La aliada ideal del teletrabajo
La computación en la nube es una propuesta de valor al Teletrabajo, que hoy está más vigente.
Las actuales circunstancias de aislamiento para prevenir la expansión y contagio del coronavirus COVID-19 en diversas partes del mundo han obligado incluso a aquellas empresas enemigas del teletrabajo a enviar a sus empleados a trabajar a la casa.
Con esta realidad, la mayoría de las compañías cambió de un día para otro sus dinámicas con el fin de adaptarse a las exigencias que representa tener su fuerza laboral remota y sin posibilidad de contacto físico.
Bajo esta situación particular, ya no solo los vendedores (por lo general acostumbrados al trabajo remoto) tuvieron que irse a sus casas. También personal administrativo, directivos y otros cargos que, si bien eran de escritorio, no estaban contemplados para un desempeño a distancia.
El reto ha sido significativo, teniendo en cuenta que diversas empresas no contaban con procesos digitales y que mucho menos tenían montadas plataformas en Internet que les permitieran continuar sus actividades sin interrupciones. Y no hablamos de grandes compañías, que por lo general poseen herramientas más robustas de conectividad y han podido adaptarse de mejor forma a la coyuntura.
El gran impacto se ha dado realmente en muchas pequeñas y medianas empresas cuya razón de ser estaba lejos del escenario digital.
En este contexto, la computación en la nube se ha alzado con gran parte de la responsabilidad de mantener a los trabajadores conectados a sus aplicaciones de oficina.
Esta tecnología, que ya lleva un recorrido de décadas en el entorno corporativo, es hoy la encargada de que un sinnúmero de organizaciones pueda seguir operando.
Servicios de mensajería instantánea y videoconferencia que permiten la comunicación en tiempo real, repositorios en línea para acceder a la información de manera remota e incluso software propio de las compañías son algunas de las herramientas que en la actualidad se encuentran alojadas en Internet y disponibles para cualquier persona desde cualquier lugar con una conexión a la Red.
Un ejemplo de este uso creciente de soluciones en la nube lo evidenció Microsoft con su servicio de videoconferencia Teams en Italia, uno de los epicentros de la pandemia en Europa. De acuerdo con la compañía, en marzo de 2020 el incremento de usuarios activos aumentó un 775%, al contabilizar 44 millones de personas diarias conectadas al servicio. Estos usuarios, mencionó Microsoft, emplearon al día cerca de 900 millones de minutos en reuniones y llamadas.
Las cifras dan cuenta de la prioridad que las empresas han tenido que dar al tema de la computación en la nube. Y si bien el caso anterior es de un proveedor que, por supuesto ha tenido que reforzar su infraestructura en la nube para suplir la demanda, lo mismo sucede con las compañías que utilizan los servicios en la nube y dependen de la disponibilidad de las aplicaciones en línea para seguir facturando.
Entonces, la exigencia hoy para todas las corporaciones, sin importar su tamaño, que deseen tener una continuidad de su negocio pese a circunstancias difícil está en establecer metodologías en la nube que aseguren que la empresa sigue funcionando incluso cuando todos sus empleados deben trabajar de manera remota.
Una encuesta realizada a gerentes de tecnología de grandes corporaciones por la firma de consultoría Instinet reveló recientemente que, por cuenta de la COVID-19, las compañías han comenzado a aumentar sus presupuestos de TI.
El cambio al respecto resalta Instinet, es que ahora los directivos están priorizando el gasto en proveedores en la nube y seguridad, por encima de la compra de equipos de cómputo y servidores propios. El 68% dijo que le dará más importancia a la computación en la nube, mientras ese mismo 68% afirmó que recortará el presupuesto para PC.
“Los resultados sugieren un cambio hacia la nube y, quizás, más hacia la nube pública”, reveló la firma, y agregó que los gerentes de tecnología esperan reducir la mezcla de infraestructura on-premise (instalada en sus oficinas) de un 59% en 2019 a 35% en 2021.
Lo cierto es que esta época de aislamiento adelantó los retos que quizás muchas compañías tenían planteados para tiempos venideros. Y ha confirmado, una vez más, que la computación en la nube, aquella que depende apenas de una conexión a Internet, está más vigente que nunca.