Inteligencia Artificial: ¿cómo incidirá en las empresas?

30 Marzo 2021

Después de años, la comprensión de las limitaciones de la inteligencia artificial (IA) y su rol en el futuro de los negocios está comenzando a ser asimilada, sostiene un reportaje especial publicado por The Economist en junio pasado.

Sundar Pichai, jefe de Google, ha descrito los desarrollos en IA como más profundos que el fuego o la electricidad. Eric Schmidt, ex presidente del gigante de las búsquedas, espera que pueda acelerar la investigación en diversos campos, ayudando a los científicos a mantenerse al día. PwC, una de las firmas de consultoría de las Big Four, prevé que la IA le agregará USD 16 billones a la economía global para el 2030. McKinsey habla de USD 13 billones.

Es como si de repente hubiera surgido una nueva economía global como la China, cuyo PIB fue de 14,3 billones el año pasado, según el Banco Mundial. Pero, tal como plantea la misma publicación, también han surgido voces disidentes que tienen dudas sobre si la IA es realmente tan cambiante como parece y sostienen sus promotores.

Un poco de historia y contexto

¿Qué es la Inteligencia Artificial, cuál es su origen y cuáles serán sus impactos en el entorno corporativo y el mundo de los negocios? Según SAS, el término Inteligencia Artificial fue adoptado en 1956, pero se ha vuelto más popular gracias al incremento en los volúmenes de datos, algoritmos avanzados y mejoras en el poder de cómputo y el almacenamiento.

En los 60, el Departamento de Defensa de los Estados Unidos comenzó a entrenar computadores para que imitaran el razonamiento humano básico, y la Agencia de Proyectos de Investigación Avanzada de Defensa, DARPA, produjo asistentes personales inteligentes en 2003, mucho tiempo antes que Siri, Alexa o Cortana fueran nombres comunes.

Según Salesforce, la inteligencia artificial es uno de los temas que más provoca entusiasmo en el campo de la tecnología y los negocios. ¿La razón? “Vivimos en un mundo cada vez más conectado e inteligente. Hoy en día, se puede fabricar un coche, componer jazz mediante un algoritmo y conectar el CRM a una bandeja de entrada para dar prioridad a los correos más importantes. La tecnología detrás de todos estos avances está relacionada con la inteligencia artificial”.

La inteligencia artificial hace posible que las máquinas aprendan de la experiencia, se ajusten a nuevas aportaciones y realicen tareas como seres humanos, agrega un análisis de SAS. “La mayoría de los ejemplos sobre los que oye hablar hoy día - desde computadores que juegan ajedrez hasta automóviles de conducción autónoma - recurren mayormente al aprendizaje profundo y al procesamiento del lenguaje natural”.

La inteligencia artificial hace posible que las máquinas aprendan de la experiencia, se ajusten a nuevas aportaciones y realicen tareas como seres humanos, agrega un análisis de SAS. “La mayoría de los ejemplos sobre los que oye hablar hoy día - desde computadores que juegan ajedrez hasta automóviles de conducción autónoma - recurren mayormente al aprendizaje profundo y al procesamiento del lenguaje natural”.

De acuerdo con la firma de analítica, empleando estas tecnologías, los computadores pueden ser entrenados para realizar tareas específicas procesando grandes cantidades de datos y reconociendo patrones en los datos.

Para Salesforce, lo importante es que la IA permite que las experiencias cotidianas sean más inteligentes. ¿Cómo? Al integrar análisis predictivos y otras técnicas de IA en aplicaciones que se usan diariamente:

• Siri funciona como un asistente personal, ya que utiliza procesamiento de lenguaje natural.
• Facebook y Google Fotos sugieren el etiquetado y agrupamiento de fotos con base en el reconocimiento de imagen.
• Amazon ofrece recomendaciones de productos basadas en modelos de canasta de compra.
• Waze brinda información optimizada de tráfico y navegación en tiempo real.

Retos y oportunidades

“La IA es la tecnología de transformación que define nuestro tiempo. Sin embargo, implementarla exitosamente sigue siendo un desafío”, sostiene un reporte de IBM.

De acuerdo con la consultora Forrester, las organizaciones que escalan la IA tienen 7 veces más probabilidades de ser las empresas de más rápido crecimiento en su industria. Sin embargo, para hacerlo con éxito se debe superar la complejidad de los datos, la escasez de talento y la falta de confianza en los sistemas de IA.

En su reciente libro sobre Facebook, Steven Levy sostiene que administrar la actividad humana que se genera en la popular red social -1.700 millones de personas se conectan todos los días- solo es posible gracias al papel de los algoritmos que, a diferencia de los seres humanos, no duermen ni piden vacaciones. Google también usa el ‘machine learning’ para mejorar los resultados de sus búsquedas y desplegar la publicidad; Amazon para recomendar productos y Netflix para sugerir películas.

“La capacidad de proporcionar todos estos servicios con una mínima intervención humana es una de las razones por las que las enormes valoraciones de las empresas de tecnología se han logrado con una fuerza laboral comparativamente pequeña”, sostiene The Economist.

Sin embargo, los resultados no son los mismos para las compañías de otros sectores. Según una encuesta realizada por el Boston Consulting Group y MIT entre casi 2.500 jefes de compañías, 7 de cada 10 dijeron que sus proyectos de inteligencia artificial habían generado poco impacto hasta ahora. Dos quintas partes de los que tenían inversiones importantes en inteligencia artificial aún no habían informado de ningún beneficio.

Como resultado de ello, la idea de que la IA es una especie de bala mágica o panacea se ha disipado. De hecho, una encuesta de PwC reveló que la cantidad de jefes de compañías que planean implementar inteligencia artificial en sus empresas fue del 4% en 2020, frente al 20% del año anterior. La cantidad de personas que dijeron que ya habían implementado la IA en áreas múltiples cayó del 27% al 18%.

Euan Cameron, de PwC, sostiene que los juicios apresurados pueden haber sido abandonados o reconsiderados, y que la “exuberancia irracional” que ha dominado las salas de juntas durante los últimos años se está desvaneciendo.